
Obra "Amor de arlequín", del artista argentino Carlos Tessarolo,
"¿Dónde está la vida que perdimos viviendo?
¿Dónde la sabiduría que perdimos en el conocimiento?"
T.S.Elliot, Coros de "La Roca".
Salgamos a buscar este aire de memoria
que ya vicia pulmones y gestos
sin esa mirada miope que sólo sabe de
cristales desde lo alto de un edificio.
Salgamos sin confusiones a desalentar a los espíritus,
que escaparon engañosos de nuestro costado.
Aún no es oportunamente tarde;
intentar un disfraz-para-destinos,
puede contribuir a darle un sentido a la llovizna
que aún nos lame el alma.
A veces pienso que he perdido demasiado,
- o quizás ganado-
y me sorprende esa sensación de fantasmas
que no acaban de buscar su resquicio en las sombras
de mis huesos.
El hombre sufre de espasmos con un sabor amargo
en la garganta y sobreviene la nausea,
aún instuye el mar y siente placer por la
nueva debacle de su nuevo verso,
entre dormir y despertar prefiere la sonambulez
de lo transitorio,
aspira a mojar sus alas con el manantial
que le regalarán sus semejantes cuando dejen de cantar
el himno eterno del camino qu no conduce a Roma,
ni a sitio alguno.
No aspiro a reuniones finales,
quiero expiar mis culpas en la hoguera
y saborear la resequedad de las cenizas cuando las brasas
tuesten las secreciones entre mis piernas.
¿Qué calor tuvimos en la ida?
¿Qué calor tendremos en la vuelta?