
Obra del artista cubano, Pedro Pablo Oliva.
"(...) engañosamente se presenta como el confín
de la promesa que miente con labios de oro".
Un bamboleo frenético, de Virgilio Piñera.
Uno es como un fantasma que anda los caminos
con la voz apretada y las sonrisas escondidas
buscando la verdad como alquimia de
existencia
repleto de caballos cerreros/
orinando en cada almendro que relame el mar
con la firme certeza de encontrar el equilibrio
aunque sólo camine sobre muelles podridos.
Uno es el frío, la terrible doblez de la ventisca
que renueva sus atuendos
en otro cuerpo maniatado por las interrogantes,
acosado por los recuerdos de quienes reconstruyen su propia
desmemoria. Uno es tantas mentiras que no dijo/
tantas verdades que inventó/ tanto hombre insatisfecho
en una ciudad equivocada /Uno es tanta presencia
hambre-desvelo-rama-de-árbol-retorcida-corazón-sangrante
cama-triste-noche-áspera-con olor a desconsuelo ensangrentado.
Uno es tanto nuestro padre ante el espejo,
tanto preservativo mugriento/
tantos silencios dentro de los ojos/
tanto-oportunismo-enmohecido
enmascarado-a mansalva-por-las-manos/
tantas traiciones esperando
en las esquinas. Uno es tantos muros que se caen/
la insoportable desesperanza de aquellos
camalotes arrojados al río.
Cuando pasa el miedo somos eso, follaje golpeado
contra las veredas
verdades como putas que se derrumban en los casinos.
Uno es tantas cosas que no tuvo tanto desconsuelo enmascarado
tanta-mirada-tibia.