
Obra del artista cubano, Silvio Gaytòn.
“Mañana seguirá siendo noviembre”*
y en cada esquina de mi cuarto se esfumarán
ciertas conversaciones imprevisibles/
duermevelas azarosas multiplicadas a destiempo,
cuando jugábamos a ser nosotros mismos
interrumpiendo salmos del Corán y estudiando "El Capital", de Carlos Marx.
No quiero subir las escaleras para recordar
aquel pagano noviembre en la ciudad abúlica/
siento que no he partido aún y todo el aliento guardado
se almacena en mis estentóreos pulmones.
¿Quizás sea un leve retorno para escapar
nuevamente/
preciso completar itinerarios, un viaje más largo/
una premura?
Pero sólo camino rumbo al incognoscible espacio nocturno
desde donde mirarè caer en espiral a las estrellas
y sólo sentiré un leve y frágil gesto/un roce húmedo/
un aleteo raro como de codorniz sobre la nieve.
Andar contenidamente parecería ser mi destino manifiesto,
por derroteros llenos de obstáculos y playas semidesiertas
con reminiscencias disipadas y seres que ya no reconozco/
¿Mal de Alzheimer o sensación de olvido para lavar la culpa?
Al final, el viento devolverá su aliento salobre y algunas caras
memoriosas querrán subirse a mi barcaza, proa al horizonte.
Para entonces la existencia tan sólo será un leve parpadeo/
un remordimiento/ una frase no dicha/un túnel sin salida
la fugacidad de un bote al pairo que no llegará
jamás a mar alguno.
Juan Carlos Rivera Quintana, fin de semana
.
(*Frase de Ramón Fernández Larrea, en Variaciones sobre
la boca del lobo).