
Ilustración y poema de la artista cubana Zayda del Río
Concédeles, señor; un quinto viento
a las criaturas todas que al final te eligieron,
a las que pasaron secas por los verdes paisajes
y tragaron de un sorbo sus ilusiones más puras.
Danos también, señor; el alimento,
el calor del cuerpo y buenos sueños,
la visita fiel de los amigos.
Y no nos dejes ser tan inseguros
ni detenernos mucho tiempo donde no podamos,
ni morir en lugares desconocidos,
abrazados a un cuerpo que no existe.