
Obra de la artista cubana, Zaida del Río.
"Es hora de descubrirnos; pienso, de encontrarnos
desnudos y puros, como si regresáramos del Viaje"
Poemas de "El retorno de Ulises", de Eduardo López Morales.
Adónde vamos sin contradicciones antagónicas ni lucha de clases
bajo aguas torrenciales que enlodan los caminos.
Quiero amordazarme la boca para gritar porqué he vivido/
entre mis manos anidan bandadas
de codornices que se rompieron las alas por tanto Viaje.
Voy aniquilando tempestades con tanta náusea,
desgranando infértiles semillas de maíz /
enterrando sinsabores con cierta mística que me sirve de coartada.
Recién abandonados en la otra orilla
seguimos enterrando nuestros demonios
escondiendo los huesos esparcidos por las guerras de los otros
como temblor podrido sobre nuestras camas.
¿Quién recuerda bajo qué árbol roncaba Dios cuando
otros arañaban los altares y tocaban a las puertas
pidiendo limosnas para el ayuno del Siguiente Día?
Adónde caminamos sin destino cierto
con la razón tímida de un naufragio en altamar,
si equivocamos el camino que ya no conduce al ángel
que pretendimos ser.
Adónde vamos cuando la casa se enmohece y sólo
queda la carcoma para acariciar la pared generosa
y cierta garganta adolorida para pedir perdones y decapitar
rutinas arrancadas por la voces de los que nunca se pronunciaron.
Trato de escribir en la oscuridad un nombre con sabor a derrotero
pero se me escapa hacia el precipicio del frío pensamiento
que alguien llamó filosofía.
¿Adónde iremos cuando los hijos crezcan
y ya no recuerden nuestros nombres?
¿Adónde estaremos cuando se agoten las contradicciones de clases
y peregrinar sea sólo un concepto censurado en los libros de texto?
¿Hacía dónde vamos? ¿De dónde venimos con tanta pólvora escondida?
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