domingo, 16 de diciembre de 2007

Jugar a ser tinieblas







"Dualidad", de Zaida del Río.





Sólo la contemplación y el desahogo
salvará a estos inconformes.
cuando el óleo se derrame sobre el cuarto
y una sábana con flores sea el puente entre estas dos almas,
y ciertos pasajeros de las corazonadas.
¿Quién oculta amaneceres si hasta el sol esconde sus destellos
y decidió jugar a ser tinieblas?
No desnudes el alma ante un desconocido
que te mire demasiado y busque entre tus vísceras
un tortuoso camino que descienda la colina.
Faltan diez años para que el dibujo quede inconcluso
sobre el piso de la sala y tú vuelvas a decir
que simplemente ya no existes,
porque incineraste los fantasmas tras un pincel mojado en humo.
Me desnudo y contemplo cuántos desatinos
ocultan las acuarelas y esmaltes sobre este cuerpo,
envuelto en el miedo de una habitación sin puertas ni ventanas.
Suele ser tan grotesco eso de amarse sin acariciarse el alma.

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