viernes, 26 de junio de 2009

Triste oficio isleño





Obra de la serie "Los ritos del silencio", del cubano Agustín Bejarano.










No espantaré los zorros que me acechan en la noche,
Tampoco quedaré suspendido del péndulo de un reloj,
como a la espera...
Ya he pagado demasiado por esta ceguera que inundó
mis espaldas.
A pesar de todo, de riesgos y glorias estaremos repletos.
Sin otra imagen en los álbumes familiares,
No seré otro jinete en estas confusiones de vidas,
Al borde de un abismo que perdió todas sus barreras
Arder sobre el colchón no puede ser el triste oficio
que depare la vigilia,
si entre abismo y muro siento sólo un silencio cómplice
y muchas simulaciones isleñas.

Equilibrista




De la serie "Los ritos del silencio", del artista cubano Agustín Bejarano.




A Eliseo Diego, el POETA.






El rincón del camino se hace piel
en las pupilas del payaso,
quien aprendió a sentir un profundo rencor
por cada aplauso inmerecido de la carpa,
pero continúa durmiendo con los ojos abiertos,
por temor al rechazo público.
Ese rincón se transforma en abrigo
sobre las espaldas del mago,
olvida sus últimos trucos frente a las luces
y anuncia conejos por palomas negras
sin ruborizarse ante al mentira "inocente".
Una varita mágica puede hacerse muro impenetrable
ante los ojos del domador,
perdió la cabeza por impaciente y aún sus leones
le ayudan a buscarla...
¿Fraternidad en la desgracia?
El rincón se hace caminos en las manos y los pies
del equilibrista
quien no teme a los saltos mortales sin mallas salvavidas
y siente lástima por los que rinden culto a la rutina
como si la vida fuera caminar perennemente por una
cuerda floja.

Eterno gozo






De la serie "Ritos del silencio", de Agustín Bejarano.












Aquí esta el barro,
descubriendo imágenes de malas aventuras,
nacido de las torpezas de la roca,
no busca sus antepasados,
en el mejor de los casos la arena puede teñirse
de polvo
y cambiar las estaciones del subterráneo.
Aquí está la hierba,
despide olores de muchacha en celo,
aprendió a sobrevivir a pesar de los malos tratos
y las cortadoras eléctricas,
pugna por inundarlo todo,
la terquedad la inmortaliza
(como a tantos...)
Aquí está el agua,
tatuando las rocas y descubriendo huellas y fósiles,
como eterna fuente de lo pulcro no se cansa,
lleva en su gozo el espíritu contradictorio
de la razón,
no le basta con correr y puede transformarse
en tsunámico infierno.
Aquí está el eco,
incauto viajero de la inocencia,
desfigura el rodar de los molinos.
Cuántas palabras arrancaste a los vivos
por el sólo deseo de escucharte a tí mismo
(como hacen otros tantos...)
Aquí están barro, hierba, agua, eco,
pérdidos en la orgía de la vida y la rutina,
sin más voluntades que sos propios caminos inciertos
(como el de muchos...)

Del libro Alquimia de fantasmas,1997.

Centauro




Obra del artista cubano, Agustín Bejarano, serie "Los ritos del silencio".



Para Zaida del Río

En algún escondrijo de mi cuerpo hay un centauro,
todopoderoso escudriña mis deseos y duerme la
siesta de la luna,
recordando precipicios que nunca alcanza a iluminar.
Arrojo vicarias entre sus restos condenados al bostezo
de un cementerio sin epitafios ni flores,
repleto de niños que compraron la risa por docena,
en un circo de un barrio sin nombre o llamado "La Lisa"
(que es como si no lo tuviera).
Intento sembrarle una hoja de paciencia
entre las sienes pero no acostumbra a escuchar consejos.
Me gusta hacerle ceremonias pues yo si creo en las
alianzas y en los hombres con rostros y cuerpos de centauro.
Por ahora, se resiste a reconocer aniversarios
y evade las despedidas.
La credulidad le peude consumir el estómago,
pero no aprende a sobrevivir en mi galaxia.
En algún abismo de esta carne hay un centauro,
cierto día se asomará al pozo.... entonces recuperaré
mis huesos.

(Del libro editado "Alqumia de fantasmas", del autor)

Nuestros locos




Obra del artista cubano Agustín Bejarano, serie "Los ritos del silencio".











No pude inventarme una llovizna
algo así como un barco de papel para
las madrugadas.
Tampoco aprendí a estrangular mis ganas
pues nunca encontré inhibiciones y miedos,
socavando la memoria del loco que se asoma
antes mis ojos.
Quizás pude apretarle el cuello a la esperanza,
pero siempre estuvieron los malditos deseos
ahuyentando la jauría que todos llevamos dentro.
Por favor, si tan sólo pudiera decirte lo que
nadie te ha dicho
y me siguieras mirando con cara de ángel sorprendida
sería suficiente para salir desnudo a la calle
y no queda exhausto ante los dobleces y las máscaras
de aquellos que pondrían cara de cumpleaños
en fiesta de despedida.
Por favor, guarda tus oraciones y promesas
para cuando olvidemos.....
A fin de cuentas jamás podremos inventarnos
una llovizna.

(Del libro Alquimia de fantasmas, del autor.



Otra voz nueva de la isla, Yusa, en "WOMEN ARE BEAUTIFUL", interpretando "Dime si eres tu".