jueves, 27 de noviembre de 2008

VIH/Sida: El problema no es sólo de Frankenstein









Obra del artista plástico argentino, Carlos Tessarolo (Botiquines solidarios para la Fundaciòn Huèsped).


En la actualidad, hay en el mundo 33 millones de personas conviviendo con el VIH/Sida, que causa unas 7.500 nuevas infecciones por día. Tan sólo en América latina murieron por enfermedades provocadas por dicha infección 63.000 personas, en el 2007. Estrategias y soluciones.

Por: Lic. Juan Carlos Rivera Quintana
Especial para Bibliotecamédica.com.ar

Por estos días una creativa campaña publicitaria, en la vía pública, titulada: “Safe Sex” (Sexo Seguro), realizada por una agencia holandesa, para toda Europa, se vale del sano humor para introducirse en un tema muy serio: el contagio del VIH/Sida y otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).

En esta oportunidad la estrella de la hilarante estrategia de publicidad es nada más y nada menos que Frankenstein, que en una versión seductora y aggiornada recomienda usar preservativos por los peligros del sexo sin protección. Así podemos ver a un Frankenstein que, en pleno momento de conquista, encuentra la reticencia de su pareja que duda por unos momentos debido a que el cuerpo del súpermonstruo ha sido construido en base a varios otros y ella duda de la seguridad de la relación sexual que está por materializar y le pide un análisis de sangre a alguien que está saturado de exámenes médicos.

Hilaridad aparte, lo cierto es que el virus del VIH/Sida gana, cada día, más terreno en todo el planeta y es una verdadera pandemia mundial. Según un informe de ONUSIDA, la agencia de Naciones Unidas, que monitorea el avance de la epidemia, en la actualidad, hay 33 millones de personas conviviendo con el VIH/Sida en el mundo (de ellos 15,5 por ciento de mujeres) y aunque la cantidad de nuevas infecciones anuales se redujo de 3 a 2,7 millones, en los últimos siete años, al cumplirse tres décadas de la identificación del virus que causa unas 7.500 nuevas infecciones por día, aún no se logra controlar su transmisión. Y aunque la cantidad de nuevas infecciones, en 2006, fue prácticamente la misma que en 2007: 2,7 millones de personas lo cierto es que el virus, en los últimos tiempos, ha sufrido un proceso de feminización que se concentra, sobre todo, en la cantidad de hombres casados que mantiene relaciones sexuales esporádicas inseguras con hombres enfermos o comparten jeringuillas contaminadas y, luego, contagian a sus esposas. De ahí que el número de mujeres infectadas aumentó de 450.000, en 2001, a 550.000, el año pasado.

Entre los países con mayor índice de infecciones con el VIH están Indonesia, Kenia, Mozambique, Vietnam, Australia y Papúa Guinea, advierte el informe. En tanto la epidemia, en América latina, se mantiene "relativamente estable", con 1,7 millones de personas infectadas. Brasil y México son los países más afectados, con 730.000 y 200.000 enfermos, respectivamente). Nuestro país, posee 134.000 personas que viven con VIH/Sida y ocupa el cuarto lugar entre las naciones más afectadas de la región, según apunta el informe citado. Tan sólo, en 2007, se diagnosticaron 64.000 nuevas infecciones por VIH y 34.500 portadores del virus desarrollaron Sida. En cuanto a la vía de transmisión: el 61,5% de los casos se da en relaciones heterosexuales y el 21%, en relaciones homosexuales.

Y aunque en la mayoría de las naciones de la región se asegura el acceso a los servicios de prevención y tratamiento, lo que contribuye a mantener estable la epidemia “a un nivel inaceptablemente alto”, el mensaje debe seguir siendo la prevención porque existirá un momento en que no va a haber fondos suficientes para pagar los tratamientos que requieran las nuevas infecciones, alertan muchas autoridades científicas sobre el tema.

Según palabras del director de ONUSIDA para América latina, doctor César Núñez “aunque la región ostenta la tasa más alta (el 62%) de cobertura con tratamientos antirretrovirales, esto es satisfactorio, pero no suficiente para frenar la pandemia”.

Recientemente sesionó la 17a. Conferencia Internacional sobre el SIDA, en la ciudad de México. Allí los más prestigiosos infectólogos del mundo hicieron un llamado a los líderes políticos del mundo para que las personas que viven con el virus del VIH/Sida o integran los grupos más expuestos al riesgo de la infección (léase los usuarios de drogas inyectables, los hombres que tienen sexo con hombres y las/os trabajadoras/es sexuales, además de mujeres y jóvenes) accedan a los controles médicos y el tratamiento necesarios. Durante su intervención de clausura, el flamante presidente - también argentino esta vez - de la Sociedad Internacional de Sida (IAS, por sus siglas en inglés), doctor Julio Montaner, quien presidirá la organización mundial entre el 2008 y 2010, señaló que "si no se organiza un ataque amplio, sostenido y con enfoques múltiples contra la pandemia se estará cometiendo un delito contra las personas infectadas y aquellas más vulnerables. De hecho será un delito contra la humanidad", advirtió.

Sexo seguro también a los 50

Los expertos en el tema han llamado la atención, en los últimos meses, acerca de que es preciso desarrollar campañas de salud sobre las ETS no sólo entre la población de adolescentes y jóvenes, sino incluso entre las personas mayores de 45 años, ya que se observa una tendencia al aumento de patologías de transmisión sexual (gonorrea, sífilis, herpes, verrugas y hasta VIH) por conductas sexuales de riesgo entre los adultos solteros o que experimentan cambios en sus relaciones de pareja. También aducen que es menos probable que usen condones regularmente, quizás porque ya no sienten el riesgo de un embarazo. Además, suelen realizar viajes internacionales por trabajo tomar los nuevos fármacos para contrarrestar la disfunción eréctil y hasta arreglar citas por Internet.

Ello explica que los especialistas latinoamericanos – como el infectólogos y médico argentino Pedro Cahn, quien hasta hace pocos meses presidía la Sociedad Internacional de Sida – aboguen por enfrentar el VIH/Sida de forma reactiva e insten a las autoridades de salud de las naciones a promover el testeo voluntario en forma activa entre sus pobladores.

Al referirse a la situación de la infección en nuestro país, el Doctor Cahn ha bosquejado, que "en la Argentina, dos de cada tres personas que viven con el virus no sabe que está infectada", lo que hace preciso una reorganización del sistema hospitalario para evitar el “darwinismo” de sus instalaciones médicas que “seleccionan a los que puedan adaptarse a su metodología de funcionamiento” y abogó porque los hospitales públicos atiendan, incluso, los sábados para posibilitar los chequeos médicos, entre aquellos que no pueden asistir los días de semana por el temor a perder el presentismo en sus centros de trabajo y casi siempre por tener escasos recursos económicos (carecen de cobertura médica) son grupos con menos información sobre el tema, con menos acceso a la educación, donde está más presente la violencia de género, la pobreza y la marginalidad.

Sin dudas, se impone desarrollar una cultura del testeo voluntario entre las personas pues únicamente de esa forma se podrá detectar más tempranamente la enfermedad entre quienes la portan. También es preciso desarrollar estrategias combinadas para el tratamiento y prevención del VIH, en tanto si un paciente está bajo tratamiento mejora individualmente pero beneficia, además, a cada uno de sus contactos sexuales; al disminuir el virus en sangre su capacidad de transmisión será menor.

La combinación de estrategias presupone que como aún no se cuenta con una vacuna efectiva; los microbicidas tampoco han dado los resultados esperados y la nueva línea investigativa del uso profiláctico de drogas antirretrovirales, llamado PrEP (siglas en inglés de preexposición a la profilaxis, de manera preventiva) esta comenzando su fase de prueba, mientras no aparezca una solución se estipula una sinergia de medidas que incluyan, entonces, la circuncisión, el uso del preservativo sistemáticamente, las jeringas de uso único y el cambio de hábitos sexuales, que comprende la reducción de la cantidad de parejas o el retardo de la vida sexual, después de los 15 años.


Las cifras avisan

Las 134.000 personas que viven con VIH/Sida en nuestro país lo colocan en el cuarto lugar entre las naciones más afectadas de América latina. En 2007 se diagnosticaron 64.000 nuevas infecciones por VIH y 34.500 portadores del virus desarrollaron la enfermedad. En cuanto a la vía de transmisión, el 61,5% de los casos se da en relaciones heterosexuales y el 21%, en relaciones homosexuales.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Cáncer de próstata: La nuez enferma de Adán



Obra del artista argentino, Carlos Tessarolo


Según las cifras de la OMS, 1 de cada 3 hombres tendrá un carcinoma de próstata, antes de los 80 años, en el mundo. En Europa son diagnosticados unos 350. 000 nuevos casos anuales; en Estados Unidos alrededor de 200.000 y en América latina se ubica en el primer puesto de los carcinomas que matan.



Por: Lic. Juan Carlos Rivera Quintana
Especial para Bibliotecamédica.com.ar

No hay nada más parecido a una nuez - ese fruto seco obtenido de la semilla del nogal común, que antiguamente era considerado fomentaba la inteligencia por su similitud con la forma del cerebro humano - que la próstata. Ella es una discreta glándula sexual masculina, ubicada debajo de la vejiga, encargada de producir el fluido seminal a través de la uretra; en ese sitio, además, concurren el conducto eferente y la uretra.

Es precisamente allí, donde a partir de los 50 años, los hombres tienen más posibilidades de desarrollar un crecimiento acelerado y anormal de células, que puede comenzar siendo, a menudo, una hiperplasia benigna de próstata, pero no diagnosticada ni atendida médicamente, puede convertirse en un cáncer, de evolución lenta, pero de terrible pronóstico.

El riesgo de desarrollar un cáncer prostático se acrecienta con la edad y constituye la tercera causa más común de enfermedad y muerte en los hombres mayores de 75 años. Este tipo de patología rara vez se encuentra en hombres menores de 40 años. Según las cifras de la OMS, alrededor de 1 de cada 3 hombres tendrá cáncer de próstata, antes de los 80 años.

En Europa, casi 350.000 hombres fueron diagnosticados con este tipo de patología, en 2006, y una cifra parecida en el 2007 y 2008. En tanto, en Estados Unidos se registran alrededor de 200.000 nuevos casos anuales (es la segunda enfermedad tumoral más común, después del cáncer de piel); en América latina constituye la primera causa de muerte, seguida del cáncer de estómago, pulmón y colon. Se sabe, además, que más del 50 % de todos los hombres, después de los 60 años, tienden a desarrollar una glándula prostática agrandada (hiperplasia benigna), que si no es atendida médicamente puede derivar en una tumoración maligna.

Estudios realizados internacionalmente han verificado que los hombres que poseen más alto riesgo de procrear un tumor maligno dentro de la próstata, cuyas células pueden invadir y destruir órganos cercanos (metástasis), son los de raza negra, mayores de 60 años, y aquellos que tienen un padre o hermano con dicha enfermedad (hay una cierta predisposición hereditaria); la incidencia más baja ocurre entre los japoneses y los vegetarianos, razones a las que aún se le busca explicación científica.

De síntomas, causas y curas

Muchos urólogos plantean que “desafortunadamente en la mayoría de los países en desarrollo los pacientes llegan a la consulta especializada cuando el dolor ya no los deja dormir y el cáncer de próstata ya no puede curarse”. Hay que tener en cuenta que los síntomas de dicha patología pueden tardar mucho tiempo, incluso años, en manifestarse abiertamente. Mientras tanto y hablando metafóricamente, la nuez enferma de Adán se va deteriorando.

Por ello urge, entonces, conocer los síntomas del cáncer de próstata para aprender a identificarlo. Por regla general, pasado un tiempo, el carcinoma se puede manifestar a través de anormalidades en la función de orinar (incapacidad para hacerlo; retención urinaria; exceso de frecuencias; goteo urinario, en especial inmediatamente después de terminar la micción; dolor, incluso al defecar o eyacular o padecer incontinencia). Junto con esas señales de alarma, es frecuente encontrar que los enfermos padezcan dolores en la parte baja de la espalda, las caderas o en la parte superior de la entrepierna; pérdidas involuntarias de peso; letargos; empiecen a tener problemas en su vida sexual e incluso a presentar hematurias (sangre en la orina o en el semen). No obstante, estas alteraciones físicas no siempre implican la existencia de cáncer, en tanto pueden estar asociados a afecciones no cancerosas también.

En casos de presentar algunos síntomas son necesarios algunos estudios complementarios, como el examen rectal que revela, generalmente, si existe una superficie dura e irregular en la próstata agrandada; las pruebas bioquímicas complementarias (en sangre) que denuncian una concentración superior a la normal de una proteína, llamada PSA, (antígeno específico de la próstata). Ella constituye la primera señal de una enfermedad maligna de la próstata. Después, se precisan exámenes de orina para buscar la presencia de sangre; una citología del líquido prostático o de la orina que revele células atípicas; una biopsia de la próstata (examen confirmatorio del diagnóstico). Además, pueden realizarse exámenes de tomografía computarizada para descartar metástasis o diseminación tumoral ganglionar, se pueden realizar una gammagrafìa ósea, una ecografía transrectal (TRUS), que con el uso de ondas sonoras crea una imagen de la próstata en una pantalla de vídeo, donde se pueden detectar pequeños tumores, etc.

Al abordar las causas del cáncer prostático, sobre la base de observaciones epidemiológicas, se han enumerado: los factores genéticos (ha podido demostrarse que existe un gen específico del cromosoma 1 ó gen HPC-1 que aumenta la probabilidad de contraer cáncer de próstata, el exceso de hormonas andrógenas o masculinas y la frecuente asociación de dicho mal con áreas de atrofia prostática esclerótica); los factores ambientales, relacionados con las dietas altas en grasas animales, la exposición al humo del escape de los automóviles, la polución y el smog medioambiental, el estar expuesto a fertilizantes, sustancias químicas de la industria de la goma, la pintura y la impresión. También, se incluyen agentes infecciosos transmitidos por la vía sexual (mayor número de parejas sexuales, historias previas de enfermedades de transmisión sexual y comienzo a temprana edad de la actividad sexual). Aunque muchos estudios epidemiológicos, virológicos e inmunológicos han facilitado resultados contradictorios y no concluyentes, en ese sentido, y han planteado que la represión sexual, el comienzo tardío, la cesación prematura de la actividad sexual también podrían incidir negativamente.

Sin dudas, mientras más precozmente se realice un diagnóstico, más opciones terapéuticas estarán disponibles para combatir dicho mal. Ellas pueden ir desde la cirugía hasta el tratamiento radioterapéutico y el uso de antagonistas de receptores hormonales, es decir, sustancias que detienen la formación de testosterona o previenen su efecto en la localización del blanco, que pueden detener o al menos retardar el crecimiento del carcinoma de la próstata. De ahí que convertir en rutina, cada seis meses, el tacto rectal (tan molesto, vergonzante y rechazado por los hombres, pero necesario) y el examen sanguíneo del PSA deben formar parte de los programas de control y prevención del cáncer de próstata, pues sólo de esta manera estaremos contribuyendo a la detección en estadíos más tempranos de la evolución de dicha patología y a mejorar las expectativas de vida de los pacientes.


Consensos y lineamientos

En agosto de 2008, el Consenso Nacional Argentino Inter-Sociedades para el Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Próstata, donde participaron entidades científicas de todas las disciplinas médicas vinculadas (léase Oncología, Urología, Hematología, etc.) con el propósito de unificar criterios para abordar de manera más completa la afección, dictó toda una serie de lineamientos a cumplir en todo el país, que incluyen:


A todo paciente mayor de 50 años que concurra a la consulta se le realizará:

(1) TACTO RECTAL (TR) y Antígeno Prostático Específico (PSA).

(2) Si el TACTO RECTAL es SOSPECHOSO de neoplasia,

(3) (4) Cualquiera sea el valor del PSA se debe realizar,

(14) BIOPSIA PROSTATICA TRANSRECTAL ECODIRIGIDA (Ecografía Prostática Transrectal) y RANDOMIZADA, recomendándose no realizar menos de 10-12 TOMAS.

(5) Si el TACTO RECTAL es NO SOSPECHOSO de neoplasia,

(6) El curso a seguir depende del VALOR DEL PSA ajustado por EDAD, METODO, VELOCIDAD y VOLUMEN.

(7) Si el PSA es MENOR de 4 ng/ml,

(8) El paciente es CONTROLADO ANUALMENTE con Tacto Rectal y PSA.

(9) Si el PSA se encuentra ENTRE 4 y 10 ng/ml,

(10) Se obtiene el INDICE DE PSA (PSA libre sobre PSA total x 100).

(11) Si el índice es IGUAL o MAYOR a 18%,

(12) El paciente es CONTROLADO cada 6 meses con Tacto Rectal y PSA.

(13) Si el índice es MENOR a 18%, se indica

(14) BIOPSIA, ECODIRIGIDA y RANDOMIZADA, recomendándose realizar no menos de 10-12 TOMAS.

(18) Si el PSA es MAYOR a 10 ng/ml, se realiza siempre

(14) BIOPSIA, ECODIRIGIDA y RANDOMIZADA, recomendándose realizar no menos de 10-12 TOMAS.

(15) Si el resultado de la biopsia es POSITIVO,

(16) El paciente se ESTADIFICA.

(17) Si el resultado de la biopsia es NEGATIVO,

(18) El paciente es CONTROLADO cada 6 meses con TR y PSA.
Fuente: Consenso Nacional Argentino Inter-Sociedades para el Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Próstata.

Asma: ¿Y si no llega el aire?



Obra del artista argentino, Carlos Tessarolo






En el mundo hay unos 300 millones de personas con asma y las cifras pueden llegar a 400 millones, debido a estilos de vida occidentales y a la polución urbana, afirma la OMS. Alrededor de 5 millones de argentinos lo padecen; apenas el 8% recibe un tratamiento adecuado, lo que genera mayores complicaciones y hasta la muerte.


Por: Lic. Juan Carlos Rivera Quintana
Especial para Bibliotecamédica.com.ar

Abrió las ventanas de par en par e intentó aspirar el aire puro del mar, pero todo fue en vano. La sensación de ahogo empezó a impacientarlo y sobrevino la tos continua. Un dolor en la espalda le oprimía los pulmones y la provocaba ligeras contracciones en el pecho. Los sudores fríos comenzaron a ponerlo cada vez más nervioso; abría la boca constantemente en busca del aire que no le llegaba… Buscó a tientas el inhalador que él calificaba de milagroso, mientras su semblante adquiría un color violáceo y un ligero cansancio le abrumaba los sentidos.

Al manipular el spray broncodilatador sintió cierto alivio y se dispuso, entonces, a preparar su equipo de aerosol para realizar una nebulización urgente. En ese instante pensó en su primera crisis de asma, cuando tenía cinco años, en pleno patio escolar, donde asumió que moriría de ahogos. Desde aquella época aprendió a respetar esa enfermedad, a la que le unen lazos casi familiares. Al principio sus padres albergaron la esperanza de una cura radical, pero el médico le arrostró la dura realidad de un mal crónico, de por vida y la necesidad de no abandonar nunca la medicación, aun cuando los signos se enmascararan y desaparecieran por temporadas.

Prevalencia, signos de alarma y control

El asma constituye un mito de la cultura médica. Muchos médicos de cabecera, incluso, cuando se presentan las primeras crisis de sus pacientes hablan al enfermo y sus familiares con eufemismos, tales como “bronquitis alérgica”, “broncoespasmo”, “principio de asma” o ‘bronquitis”, cuando debieran hablar claro y alertar al enfermo y su entorno para comenzar a sensibilizar con dicha patología y su gravedad.

En el mundo hay unos 300 millones de personas con asma y las cifras pueden llegar a 400 debido a estilos de vida occidentales y a la polución urbana, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). En nuestro país – según cifras de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) y de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) – existen más de de 5 millones de personas que sufren de asma. Pero, en realidad, a qué nos referimos cuando hablamos de dicha patología. El asma ha sido definida como “una obstrucción crónica de las vías respiratorias, una afección pulmonar crónica, que trae serias consecuencias a la salud si no se trata. Sin embargo, muchos asmáticos ignoran su enfermedad, y apenas el 8% de los afectados recibe un tratamiento adecuado, lo que genera mayor cantidad de crisis asmáticas, internaciones e incluso mortalidad en el país (cada año le cuesta la vida a más de 800 pacientes). Las estadísticas nacionales reafirman, además, que este mal tiene menos incidencias que las enfermedades cardiovasculares, los tumores malignos y la diabetes mellitas, pero no deja de ubicarse entre las 10 primeras causas de muerte de los argentinos.

A lo largo del tiempo no pocos han sido los remedios y pócimas, transmitidos y recomendados por el acervo popular para “curar” esta enfermedad (desde cocimientos de aceite tibio con una cabeza de ajo, hasta te verdes con alguna que otra hierba infusional). Detrás de ello se esconde una cruda verdad: casi el 85-90 por ciento de los que padecen asma la contrajeron de manera hereditaria y en ningún caso es posible una cura absoluta pues se trata de una patología crónica, de por vida; sin que ello signifique que puedan evitarse las crisis siguiendo adecuadamente los consejos médicos, echando por tierra falsos conceptos y con la voluntad suficiente para enfrentar los problemas creados por la ansiedad y el estrés del paciente asmático, que siempre tiene temores de morir ahogado o con falta de aire.

El 6 de mayo de 2008, con motivo del Día Mundial del Asma, instituido por la OMS, se celebró una reunión de expertos neumonólogos, alergistas, kinesiólogos, clínicos, médicos de cabecera, etc., auspiciada por la (AAAeIC) y la (AAMR), con el fin de debatir acerca de estrategias para mejorar la situación del paciente asmático en nuestro país y los médicos aconsejaron “mayor comunicación entre médico y paciente y, sobre todo, que se deje de pensar en el asma como una enfermedad discapacitante, ya que cuando el enfermo está controlado y recibe un seguimiento especializado sistemático puede realizar todo tipo de actividades cotidianas, e incluso ser hasta un atleta olímpico. Si el paciente pasa a tomar parte activa del manejo de su enfermedad, los resultados serán mucho más positivos, dado que se reducirá el número de crisis, de hospitalizaciones y de muertes”.

Sobre el tema, el Dr. Daniel Colodenco, jefe de Alergia e Inmunología del Hospital de Rehabilitación Respiratoria “María Ferrer”, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y vicepresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, ha señalado a algunos medios nacionales, recientemente, que “en la Argentina padecen asma el 14% de los adolescentes y el 12 % de adultos. Sin embargo, según el estudio AIRLA1, sólo el 8% recibe el tratamiento correcto”.

Muchos expertos latinoamericanos coinciden en apuntar que existen dos grandes fallas en el manejo de estos pacientes: una, apunta a que el especialista no acaba de enfrentar al asmático con la realidad de que su padecimiento es crónico. El asmático asiste a la consulta buscando que el doctor lo cure como si tuviera una virosis o como si necesitara de antibióticos. Ello constituye una esperanza vana, el asma debe tratarse de forma continua y prolongada. El segundo obstáculo es que el enfermo, una vez que sale del episodio de falta de aire abandona el tratamiento. Muchos enfermos llegan a tenerle odio al padecimiento y cuando se siente bien tiene la ilusión de que nunca más le repetirá la crisis.

Existen distintos signos – ha afirmado el Dr. Juan Carlos Ivancevich, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) y docente de la cátedra de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador – de que el asma está presente, aún cuando no existan señales evidentes. El asmático cuando ríe en demasía es secundado por una tos continua; al hacer ejercicios violentos o subir una empinada escalera se fatiga. Ello demuestra que esta dolencia está siempre agazapada, se enmascara y se mantiene al acecho, esperando el más mínimo descuido”.

Como patología inflamatoria crónica, existen guías internacionales que apuntan el correcto manejo de la enfermedad. En su terapéutica se habla del uso de corticoides como medicación de control, más broncodilatadores ante crisis asmáticas. “A menudo se implementa un mal tratamiento, dado que se abusa de los fármacos rescatadores (broncodilatadores), que deberían emplearse solamente para el tratamiento de las crisis”, apunta el Dr. Ivancevich. “Y si bien los broncodilatadores son medicaciones muy seguras, su uso abusivo lleva a dos consecuencias negativas: por un lado, persiste la inflamación, lo que conduce a un deterioro pulmonar con lesiones permanentes, y por el otro, la acumulación de dosis de broncodilatadores puede producir temblores, taquicardia e incluso otros efectos cardiovasculares”, concluye el experto.

Lo cierto es que el tratamiento no sólo incluye medicación; también cuidados ambientales y a veces cambios en el régimen de vida, en dependencia de la intensidad de la patología. La puerta de entrada para estos pacientes asmáticos debe estar en el consultorio del médico de cabecera, en tanto es allí donde se registra la toda la información relativa al cuadro y las características del paciente y se le puede brindar un tratamiento diferenciado. Es allí donde deben comenzar las acciones preventivas y profilácticas. En los casos de adultos asmáticos se sabe que para controlar sus crisis respiratorias se precisa comenzar su tratamiento y control desde la infancia.

Es bueno que los asmáticos cuiden su propia salud. Para ello urge que se tomen cuatro medidas preventivas. Ellas son: que no se fume en su presencia, ni en el dormitorio, mantenerse alejado de la cocina; no permitirle al niño/a asmático retozar y saltar encima de las camas y los muebles tapizados y no darle leche, ni ningún otro alimento dos horas antes de dormir, pues muchas veces hay reflujos esofágicos o cambios de PH que impiden la respiración y fatigan.

Es lógico que si se unen dos pacientes alérgicos haya una mayor posibilidad de descendencia alérgica o asmática, sobre todo en medio ambientes adversos. La embarazada, entonces, debe evitar fumar, lo mismo deben hacer los familiares con pacientes asmáticos en su hogar. El tabaco juega un rol muy irritante y contribuye al aumento de la hiperreactividad bronquial, a las infecciones bronquiales de nariz, garganta y oídos.

Existen, además, toda una serie de síntomas que avisan sobre la posibilidad de una episodio asmático. Entre ellos están las crisis catarrales continuas; la falta de aire, la tos seca nocturna, la picazón ocular, la coriza, etc. en pequeños con antecedentes familiares alérgicos, estas manifestaciones son índices de posibilidades alérgicas respiratorias. Es bueno, también, que los pequeños/ñas asmáticos/ñas no dejen de incorporarse a las actividades propias de su edad, que van desde los juegos hasta la práctica de deportes escolares. Suele ocurrir que a los asmáticos se les mire con lástima, se les minusvalice y sobreproteja excesivamente, a nivel familiar y ello es muy perjudicial para el desenvolvimiento social del pequeño. Y sobre todo, pensar que cuando un paciente asmático repite una crisis es porque ha estado expuesto a los factores de riesgo, catalizadores de retorno de la afección.


Factores de Riesgo

Polvo de habitación

Hongos, moho, humedad

Pelo, caspa y proteínas de
origen animal

Olores penetrantes

Humo de cigarrillos o
tabaco

Tensiones psicológicas
laborales o escolares

Infecciones virales y
bacterianas

Cambios de tiempo

domingo, 16 de noviembre de 2008

¡Adiós invierno, llegó el verano¡




Juan Carlos, en casa, un fin de semana reciente.

martes, 11 de noviembre de 2008

Mi nuevo libro por salir en España




Mi nuevo libro por salir en España, con la Editorial Nowtilus.

martes, 4 de noviembre de 2008




Grupo "Los Sàbalos", donde Carlitos toca la trompeta, interpretando "Ahora me da pena", en la Confitería La Ideal, de Buenos Aires.