miércoles, 8 de abril de 2009

Quemar las naves




Obra del artista argentino, Sergio Merayo.



Autor del cuento: Obdulio Feneto Noda (narrador cubano)



Tendrè que convivir con un puerto dentro. Allì, pegadas a las màrgenes del hìgado se amontonan las naves, y alguna que otra intenta la huìda y encaja su proa en las paredes de mi estòmago. A veces sangro, pero logro impedir a tiempo la hemorragia. Las escucho danzar entre las olas, reclamar su independencia. En las noches, cuando reposan, voy hasta la orilla del rìo que atraviesa la ciudad y dejo escapar un velero del siglo XVIII o un vapor de 1907. Al amanecer, todos corren a observar las misteriosas reliquias que navegan solitarias: Ignoran que me habitan, que soy el oculto proveedor de esos fantasmas.



Ayer no pude aguantarme, y un inmenso acorazado brotò delante de los ojos de mi vecina. Temo ser descubierto.La señora no podrà soportar tanta emociòn y lo contarà a sus amigas. De inmediato llegará a oìdos de la policía y del gobierno. Querràn usarmo con fines guerreristas teniendo en cuenta el ahorro de presupuesto, o quizà decidan extirparlo por temor a una epidemia. Diràn que no es bueno llevar tanta libertad dentro, què serìa del paìs si a todo el mundo le naciera un puerto ìntimo...



Ya lo he decidido, las dejarè libres, e irè quedando fragmentado en cada una de las naves. Cuando vengan por mì, solo hallaràn estos islotes ensangrentados de mi hìgado y un tràgico naufragio.



Fuente; La Jiribilla, año IV, la habana, 2005
(Estos son de los cuentos que a cualquier narrador le hubieran gustado escribir)

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