lunes, 3 de marzo de 2008

Sonrisa de ángel








Obra del pintor cubano, Roberto Fabelo.










Vengo de sabotear mi corazón frente a un espejo, apostando
que sólo cuatro puntos cardinales y un pedazo de mar no
son alimentos para la sobrevivencia. Vengo de lanzar la
primera piedra contra lo inalterable del mundo; a fin de
cuentas ya se cerraron los armarios y el bote perdió los
remos. ¿Qué puedo hacer para remendar las almas que revientan
sin maternidades ni sollozos? El arte de multiplicar la yerbabuena
no es oficio exclusivo de poetas, si la vida escapa por los
resquicios del jardín cuando menos se piensa. Nada podría
hacer con los remordimientos guardados en los pulmones, si
jamás te pediría una sonrisa que pudiera parecer artificial-
mente construida. He saboreado palabras que nunca buscarán
asilo ni el fondo de tu aliento. No sé porqué siempre presumo
que las fábulas me pondrán los pelos de punta, y terminaré
bajo un relámpago con una esperanza posada sobre el pecho
y cierta sonrisa de ángel solitario, para mi pesar.

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