lunes, 8 de octubre de 2007

14 de Noviembre – Día Mundial de la Diabetes:“La diabetes sigue a la obesidad como la sombra al cuerpo”.



Obra de la pintora surrealista Remedios Varó.

Conversación con uno de los expertos argentinos en Nutrición y Endocrinología de pacientes diabéticos. El experto advierte que 1 persona muere a causa de la diabetes cada 10 segundos, en el mundo, y que actualmente cerca de 230 millones de personas conviven con diabetes, muchos ni lo saben que la padecen.

Por: Juan Carlos Rivera Quintana
Para la Revista Ahora, la Salud


El Dr. José Esteban Costa Gil, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Diabetes, en el período 2004-2005, doctor en Medicina, consultor en Nutrición y Endocrinología, docente de la Universidad de La Plata y con un postgrado de Nutrición en la Universidad Favaloro, se arrellana en la butaca de su consultorio, en la Ciudad de La Plata, e intenta crear un clima de cordialidad durante la conversación. Falta poco para el fin del año y por las amplias ventanas se cuelan los impasibles rayos de sol; el bochorno del verano se mitiga a medias. Tiene la mirada límpida, de hombre bueno, y una voz que más bien recuerda, por su cadencia, a la de un joven colegial.

Al comenzar el diálogo hace un diagnóstico acerca del estado de la diabetes en Argentina y nos recuerda que recientemente se acaba de celebrar el Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre), que hizo foco en el trabajo de las comunidades más desfavorecidas y las personas más vulnerables:

“Hace aproximadamente 2 años – acota el experto -se publicó que la prevalencia en la Argentina era de alrededor de siete por ciento; esto implica que cada 100 personas 7 tendrían diabetes. Aunque realmente estas cifras implican una visión general, hay que tener en cuenta las modificaciones entre centros urbanos y rurales, las posibilidades de diagnósticos, los tipos de diabetes y la edad.

“La diabetes aumenta fuertemente a medida que pasan los años; en la Ciudad de La Plata en un estudio que se efectuó hace un tiempo atrás pudimos determinar que alrededor del 56 por ciento de las personas está viviendo con la patología sin saber que la tiene. Predomina la diabetes tipo 2, que es aquella que puede ser tratada, en principio, con dieta, ejercicios, tabletas orales y que muchas de ellas finalmente necesitan insulina, pero de cada 10 diabetes, 8 ó 9 son del tipo 2 y ello está muy vinculado con la obesidad, que se sabe es epidémica. Siempre digo que la diabetes sigue a la obesidad como la sombra al cuerpo. Incluso los norteamericanos dicen que son epidemias mellizas y en mi opinión existiría una epidemia trilliza, que es obesidad, síndrome metabólico y diabetes”, advierte.


-¿Cuáles fueron los principales temas discutidos en el XV Congreso Argentino de Diabetes, que se celebró en Mendoza, entre los días 18 y 21 de noviembre pasado?
“El congreso tuvo dos partes: una que se llamó actividades precongresos, dirigida al equipo de salud, en general, particularmente a los médicos especializados en diabetes y otros integrantes del equipo de salud, como podólogos, profesores en educación física, licenciados en nutrición, farmacéuticos, etc.

“La actividad del congreso en sí misma intentó recrear, particularmente, los temas que, en general, resultan más atractivos y necesarios de actualizar. En este caso son muy variados, obviamente los aspectos del tratamiento son los que más interesan a los profesionales clínicos. Si bien también hubieron muchos trabajos dedicados a la investigación básica y filosóficamente en el evento se le dio mucha importancia a la presentación de trabajos de investigación por parte de los profesionales argentinos , tanto los de investigaciones básicas como clínicas.

“Para nosotros realmente la educación terapéutica ocupa un lugar muy destacado dentro de lo que se consideran medidas no farmacológicas (sin medicación) en el tratamiento de la diabetes. También al congreso lo ocuparon los temas de educación, como siempre se hace y se incluyeron temas como la calidad de atención y los costos.

“Uno de los elementos críticos en este momento en el tratamiento de la enfermedad es lo que se denomina la farmacoeconomìa. Ella pone al descubierto que los costos monetarios en diabetes van a aumentar de formar progresiva y de manera notable. Se progresa mucho en el tratamiento de la diabetes, afortunadamente la investigación es muy intensa en el campo de dicha patología, pero esto implica un encarecimiento significativo particularmente de los nuevos recursos para el tratamiento. Por supuesto, parecería que es más sencillo y barato el tratamiento de la diabetes que padecer complicaciones que traen costos directos o indirectos muy severos como invalidez (amputaciones en extremidades inferiores, cegueras), jubilaciones prematuras”.

-El lema central del pasado congreso era: “Por un futuro sin complicaciones”. ¿Realmente cree que se abre un futuro de estas características para el paciente diabético?

“Ese lema estaba referido, en primera instancia, a lo que se denomina prevención; en este caso sería prevención secundaria, ya que las personas con diabetes sufren, a partir de tener la glucosa elevada o no bien controlada, mayores posibilidades de padecer complicaciones que suelen ser severas e invalidantes algunas, obviamente costosa para la persona misma en su calidad de vida y cara para la salud pública, porque se pierden seres humanos en las edades más fructíferas de la vida. La diabetes es la primera causa de ceguera entre las personas en edad laboralmente activa”.

-¿Qué labores y desafíos institucionales tiene la SAD para los próximos años?

La SAD es particularmente prestigiosa porque ha marcado los aspectos científicos de la diabetología en la Argentina. Esta organización ha tenido científicos muy ilustres, como los doctores Bernardo Houssay y Luis Federico Leloir, que recibieron el Premio Nóbel por sus aportes en el campo de dicha especialidad. La SAD es una agrupación científica que reúne en general, el pensamiento y la forma de manejar la diabetes e intenta favorecer a las personas que viven con esta enfermedad a través de los lideres de opinión en nuestro país. Por ahora no se ocupa de forma directa de los pacientes, ya que hay entidades que si lo hacen y abarcan todos los aspectos. Ella solamente está integrada por los profesionales que tienen interés en las personas con diabetes y agrupa desde una trabajadora social hasta un investigador básico de los más encumbrados.

“Los mayores desafíos se ubican en los aspectos de educación e investigación. La educación tiene diferentes miradas desde la propia SAD. Por ello funciona una escuela, que se denomina Escuela de Graduados, en la que se forman médicos en la especialización en diabetes, de alrededor de 14 a 16 profesionales argentinos y latinoamericanos. También posee una escuela de enfermería, que anualmente realiza actividades dirigidas a ese personal del interior del país, de la capital y conurbano bonaerense, además se encarga de aspectos dirigidos a la educación del médico en general y del resto del equipo de salud. Tiene también un curso por Internet y realiza un congreso cada dos años, que es abierto, y una jornada, en el año intermedio, que está dirigida a todos los miembros de la Sociedad. Por lo que tiene un trabajo intensísimo.

“En sentido general, la diabetes es una afección extremadamente común y con una frecuencia creciente. Por ahora, aparentemente, no se puede detener la epidemia. Muchas personas tiene diabetes y no lo conocen, por tanto es imprescindible la detección; en esto juega un rol preponderante el conocimiento general sobre la patología, la difusión y por supuesto, la búsqueda de los enfermos por parte de los médicos generales, clínicos e internistas.

“Es importante diagnosticar tempranamente la afección, porque ella es evolutiva, progresa y empeora a medida que corre el tiempo si no es detectada. Por eso se hace vital reconocerla precozmente y tratarla para intentar que esa evolución se retarde o detenga. Siempre hay que intentar, como parte del tratamiento, lo que se denominan cambios en los estilos de vida. Ellos se traducen en una alimentación adecuada, una vida activa, con ejercicios sistemáticos y con controles, quienes los precisen, de los niveles de azúcar en sangre. Por supuesto el que fuma debe intentar fumar menos o abandonar ese dañino hábito y aquí entra la educación terapéutica.

“Los medicamentos, en general tienen buena accesibilidad, incluso existe una Ley de Protección al Diabético, que en ese sentido trata, con todas sus debilidades, de proteger o favorecer que los pacientes tengan, aunque sea, los recursos de tratamientos elementales para una mejor calidad de vida“, concluye nuestro interlocutor.


Signos de alarma

Una persona muere a causa de la diabetes cada 10 segundos, en el mundo. En la actualidad, cerca de 230 millones de personas conviven con diabetes, y se espera que esta cifra alcance los 350 millones en 20 años. Los efectos humanitarios, sociales y económicos son devastadores. Si bien todavía no puede curarse diabetes, es posible prevenirla: la mayor parte de los casos de tipo 2 son evitables. El avance de la epidemia puede ser revertido si los gobiernos comienzan a promover estrategias probadas de bajo costo que mejoren la dieta y fomenten un incremento del ejercicio físico y cambios en el estilo de vida. “No llevar a cabo ninguna acción es moralmente irresponsable y económicamente temerario”, indica un documento de la campaña Unidos por la Diabetes, que busca obtener una Resolución de la ONU sobre diabetes que reconozca la seriedad de la epidemia global de dicha enfermedad.
Desde el comienzo del milenio, la cantidad de personas con diabetes se ha duplicado. Pese a los evidentes signos de alarma, los gobernantes han sido muy lentos para actuar. La diabetes es hoy una epidemia global con devastadoras consecuencias humanitarias, sociales y económicas.

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